La Justicia manda que Puertos recupere su edificio del Charco de San Ginés
El Juzgado de Instrucción 2 de Arrecife, liderado por el magistrado Jerónimo Alonso, ha dictaminado que la Autoridad Portuaria de Las Palmas recupere el edificio del Charco de San Ginés que ha sido ocupado durante meses por un inquilino que ingresó al recinto de manera forzosa. A pesar de esta sentencia, el ocupante de la propiedad ha presentado un recurso de apelación aprovechando el turno de oficio, por lo que continúa ocupando la propiedad.
Resultado de la vista judicial y situación del inmueble
Esta decisión es el resultado de la vista judicial celebrada a finales de marzo, tras una denuncia tramitada en 2022. En ella se establece que M.B. habita en el inmueble “sin ostentar título que lo legitime y con pleno conocimiento de su ajenidad”. Como consecuencia de ello, en la sentencia se le considera responsable de un delito leve de usurpación y se le ordena desalojar la casa. Además, se le impone una multa de 540 euros, a razón de una cuota diaria de 6 euros durante 90 días, que podrá compensarse con un día de prisión por cada dos cuotas que no se satisfagan. El usurpador también debe asumir los costes del procedimiento judicial.
En el pasado, la casa fue el domicilio del titular en Lanzarote de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Se espera que, una vez recuperada, sea utilizada con fines sociales y culturales. Este era el plan previsto hace meses, cuando se produjo la primera ocupación. El 26 de noviembre se interpuso una primera denuncia en sede judicial por parte de Aitor Galán, actual director en la isla de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, acompañada de pruebas para demostrar la ocupación ilegal.
Desalojo y nueva ocupación
El 10 de enero se logró desalojar el inmueble, pero el 2 de febrero, M.B. volvió a ocupar la casa de manera forzosa, rompiendo una de las ventanas sin rejas. Testigos presenciales aseguraron que incluso amenazó con causar lesiones a otra persona que había accedido a la vivienda.
Actualmente, tanto de día como de noche, hay agentes de la Policía Portuaria en la puerta del edificio, para evitar que nuevos usurpadores ingresen al inmueble. Esta situación sigue vigente esta semana, mientras M.B. continúa viviendo en la casa, conectado ilegalmente a la electricidad y al suministro de agua. El ocupante ha reparado el alambrado que había en la casa hace tiempo, con el objetivo de dificultar cualquier acción para su desalojo.